Doctora Maroto Blog.
Vivimos momentos complicados que pondrán a prueba nuestra capacidad de resiliencia. Es decir, nuestra capacidad de adaptarnos a una situación adversa. De nosotros dependerá que esto sea una prueba para salir más reforzados o dejarnos arrastrar por la compleja situación.
Así como el confinamiento nos ha aislado físicamente, mentalmente es imposible aislarse, por lo que este cambio de vida tan radical al que nos vemos sometidos puede afectarnos. Hoy, vamos a ver algunas pautas que nos ayudarán a salir airosos, tanto física, como emocionalmente, de tan complicada situación.
CUERPO Y MENTE
Para encontrarnos sanos debemos cuidar la doble vertiente que nos configura, el cuerpo y la mente. Ambos están entrelazados e influyen el uno sobre el otro de forma determinante. Para empezar, debemos tomarnos muy en serio las recomendaciones de confinamiento y aplicar todas las medidas de seguridad aconsejadas, cuando por causa mayor debemos romper el confinamiento, como ir a hacer la compra.
Cuidado del Cuerpo
Alimentación
La piedra angular de nuestra salud es la alimentación, por lo que ahora, más que nunca deberíamos consumir:
- Frutas, verduras y hortalizas han de ser la base de nuestra dieta diaria.
- Legumbres y pescado (unas 3 veces por semana)
- Aves, pollo, pavo o conejo (unas 2 veces por semana)
- No deben faltar los líquidos, preferiblemente agua (2 litros diarios)
En cuanto a las cantidades, no debemos olvidar que ahora, al estar todo el día en casa, gastamos menos calorías, por lo que deberíamos ingerir menos.
Si tenemos la tentación de picar entre horas, lo mejor será recurrir a una pieza de fruta o un puñado de frutos secos (son muy saludables). También podemos darnos algún capricho puntual, como comer algo de chocolate negro, por ejemplo, ya que el cacao, por sus nutrientes, influyen en nuestro buen estado de ánimo.
Ejercicio
En casa también podemos y debemos hacer ejercicio. Lo ideal sería incorporar a nuestra rutina diaria una tabla de ejercicios que entrene todo nuestro cuerpo, incluyendo (dentro de nuestras posibilidades físicas), ejercicios de cardio, como saltar a la comba o bailar a buen ritmo (algo que, además, subirá nuestro ánimo).
Belleza
Estar confinados no significa estar dejados. Mantén tu rutina de belleza habitual, como limpiar, tonificar e hidratar nuestra piel, mañana y noche. También, exfoliar y aplicar nutrientes extras, como mascarillas y serums, las veces que el producto nos lo indique. Después de la ducha diaria hidratar la piel de nuestro cuerpo.
Cuidado de la Mente
Tener una rutina diaria es primordial para mantener el equilibrio emocional. Procuraremos acostarnos y levantarnos a la misma hora y mantener los horarios de la comida, así como tener momentos de esparcimiento, pero procurando que estos no se limiten solo a estar sentados frente a la televisión.
Ahora que pasamos tanto tiempo en familia, podemos aprovechar para realizar actividades conjuntas, como juegos de mesa, aunque recuerda que también es importante disponer de un tiempo exclusivo para nosotras mismas. Para ello, podemos leer o potenciar alguna habilidad que tengamos, como escribir, pintar o cualquier otra que, por falta de tiempo habitualmente, no hayamos podido desarrollar.
¿Quién quiero ser durante la pandemia?
Es difícil en estos momentos ante la incertidumbre global sanitaria y, en muchos casos, económica, pero debemos procurar aferrarnos a pensamientos y aptitudes positivas. Los expertos advierten que la ansiedad proviene, en muchos casos, de la angustia ante situaciones del futuro. Es decir, ante hechos que aun no han pasado y que no sabemos si pasarán, pero tememos que sucedan.
Tenemos que localizar en qué parte del gráfico que comparto, diseñado por los expertos, estamos y cómo avanzar para llegar a la “Zona de Crecimiento”, donde sabremos que esta experiencia habrá sido un proceso que nos enriquecerá como personas.
“Alimentemos” nuestra mente con actitudes y pensamientos positivos. Es una cuestión de práctica. Según dice el prestigioso psicólogo Wayne W. Dyer, “La catástrofe que tanto te preocupa, a menudo resulta ser menos horrible en la realidad, de lo que fue en tu imaginación”. Así que, si dejamos volar nuestra imaginación, que sea para llenarla de aquello que nos reconforma.
