Una alimentación sana es, ante todo, una alimentación variada en la cual nuestro cuerpo recibe todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento. Sin embargo, en ocasiones en nuestro organismo se supera el umbral de aceptación a uno o más alimentos, ante lo cual reacciona mostrando síntomas que podríamos considerar como una “llamada de atención” que nuestro propio cuerpo nos envía.

Este hecho, esa “llamada de atención”, es lo que en el mundo científico se conoce como una Inflamación Alimentaria. Cuando una Inflamación Alimentaria se prolonga en el tiempo, lo que comenzó como unos síntomas de advertencia por parte de nuestro organismo, puede derivar en enfermedades serias que amenazarán nuestra salud y bienestar.

Comúnmente se confunde una Inflamación Alimentaria con la intolerancia a algún alimento. Es bueno aclarar que la intolerancia a los alimentos como tal, no existe desde el punto de vista médico. Solo están reconocidas y tratadas como enfermedad, la intolerancia a la lactosa y al gluten. En el resto de los casos son Inflamación Alimentaria, es decir, el momento en el que nuestro organismo supera el umbral de aceptación a un grupo de alimentos y, por lo tanto, se producen sintomatologías de diferente tipo que afectan a nuestra salud. Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, el 20% de la población presenta alguna reacción adversar a algún tipo de alimento.

Es posible que con cierta regularidad sientas dolores de estómago, tengas malas digestiones, te duela la cabeza, te encuentres hinchada, sientas picores o molestias en la piel. También, puede que hayas intentado en numerosas ocasiones perder peso sin ningún resultado o con escaso éxito. Si te identificas con alguno de estos síntomas, quizá padeces una Inflamación Alimentaria.

¿En qué consiste el Test de Inflamación Alimentaria?

En la actualidad, contamos con el Test de Inflamación Alimentaria de Biomarkerscon el cual podemos diagnosticar con gran precisión sobre los alimentos que podrían estar provocando esos síntomas adversos en nuestro organismo o te esté impidiendo perder peso. La prueba es muy sencilla. Te extraemos una muestra de sangre mediante una pequeña punción en el dedo. Esta muestra es enviada al laboratorio donde es analizada por un equipo de expertos, quienes generan un informe. Finalmente, en la consulta te prescribiremos una dieta de rotación, para que puedas volver a asimilar los grupos de alimentos a los que reaccionas de forma negativa.

Recordad que, como os comentado al principio, una dieta sana es una dieta variada y completa en todos los nutrientes necesarios para nuestro bienestar. Por tanto, no se trata de eliminar alimentos en nuestra dieta, sino de revertir el proceso de reacción adversa ante ciertos de grupos de alimentos, para que nuestro organismo no vuelva a reaccionar ante ellos.

¡Gozar de una vida saludable y perder peso es posible!. La alimentación puede ser nuestra mayor aliada para ello o nuestra mayor enemiga. No dudes en contactarnos. Podemos ayudarte.