No todas las pieles tienen las mismas necesidades a la hora de exponerlas al sol. El tono de nuestra piel y los niveles de radiación UV, que en verano están al máximo, determinarán el factor de protección que necesitaremos. En pieles sanas, sin manchas o lunares ya que estas áreas deberemos protegerlas más, el factor de protección aconsejable en verano según nuestro tono de piel será:
- En pieles claras, ojos y pelo claros utilizaremos FPS 50+
- En pieles claras, ojos castaños utilizaremos FPS 50+
- En pieles oscuras o ya bronceadas podremos utilizar un FPS 15+
- También debemos proteger nuestros labios con un FPS 15+
Además, hay otros condicionantes que determinarán qué fotoprotector usar. Por ejemplo, si estamos tomando algún medicamente fotosensibilizador como antibióticos, diuréticos, antiinflamatorios, etc, usaremos un FPS 50+.
En caso de tener una piel hiperreactiva aplicaremos factores de protección formulados con filtros físicos hipoalergénicos.
¿Y en el cuerpo?
En la espalda es preferible utilizar el formato spray y aplicarlo en cantidades generosas. Debemos tener en cuenta que los filtros químicos pierden mucha eficacia al absorber la radiación o por el sudor, por lo que cada 2 horas debemos renovaremos la aplicación por todo el cuerpo, para evitar los efectos nocivos del sol.
¿Cuánto protector solar aplicar?
Los fabricantes recomiendan, para que la protección sea efectiva, aplicarlo de forma generosa. Consideran que las cantidades recomendadas de producto equivaldrían a una cucharita de café para la cara, y dos cucharas soperas para repartir por el cuerpo.
¿Y el cabello?
No debemos olvidarnos de nuestro cabello. El sol destruye los pigmentos y/o la melanina. Por este motivo, el tono de nuestro cabello se aclara en verano. Este efecto, que puede incluso gustarnos, tiene efectos secundarios que ya no nos gustarán tanto. Además de dejar el cabello menos brillante, los rayos UV también dañan la queratina del cabello, lo que hace que se vuelva áspero y quebradizo.
Por lo tanto, protegeremos nuestro cabello del sol utilizando sombreros o gorras. Cuando lo expongamos al sol aplicaremos productos capilares específicos para protegerlo del sol.
¿Cómo debe ser el protector solar?
La protección debe ser de alto espectro contra los rayos ultravioleta del sol (UV). El FPS es una medida de protección contra la luz UVB principalmente. El número de FPS no ofrece una medida clara de protección contra la longitud de onda un poco más larga de los rayos UVA. Por ello, el envase debe indicar el equilibrio UVA-UVB (aparece un símbolo dentro de un círculo). Esto nos indica que el protector solar está compensado.
Además, debe llevar tanto filtros físicos como químicos. Toda esta información tiene que aparecer indicada en el etiquetado del producto. Otro factor importante a tener en cuenta es escoger un fotoprotector que, además de todo lo anteriormente indicado, contenga Vitamina C y E,ya que son antioxidantes, anti-radicales libres y nos van a proteger de daños celulares.
Doctora Maroto
Medicina Estética Integrativa
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