Las manos son las grandes olvidadas en nuestros hábitos de cuidado y belleza. Sin embargo, junto a nuestro rostro, son la parte de nuestra anotomía más expuestas a los elementos externos y, por tanto, más proclives al envejecimiento.

Unas manos no cuidadas delatarán nuestra edad e incluso en ocasiones, pueden echarnos más años de los que realmente tenemos. Los consejos y tratamientos de los que vamos a hablar son válidos tanto para mujeres, como para hombres.

Debemos proteger nuestras manos de los agentes externos. Los guantes son nuestros grandes aliados. Desde los utilizados para hacer limpieza y evitar un contacto directo con productos de limpieza y detergentes, hasta los de vestir para protegerlas del frío.

Después de lavar nuestras manos o siempre que las notemos secas, debemos aplicarles una crema hidratante. En el mercado encontramos una amplia gama que se adaptará tanto a nuestro tipo de piel (seca, grasa o sensible), como a nuestra edad (cremas de manos específicas antiedad)

Al igual que nuestro rostro, una vez a la semana es bueno exfoliarlas y, posteriormente, será un buen momento para aplicarles una mascarilla que las nutra.

A lo largo de todo el año y más aún en los meses con mayor incidencia de los rayos solares, no deberíamos salir nunca a la calle sin aplicar protección solar a nuestras manos. Un truco es aprovechar esas cremas solares sobrantes del verano, para aplicarlas durante el invierno en las manos. Normalmente, estas cremas tienen una fecha de caducidad de 12 meses, una vez abiertas, por lo que no podremos usarlas el próximo verano.

Cuando venís a consulta se ve la diferencia de unas manos que han recibido cuidado y cuáles no. Sin embargo, aún en los casos de las manos que han sido protegidas, el paso de los años pasa factura en su aspecto. Manchas, descolgamiento de la piel y un marcado más intenso de las venas, son los principales signos de edad.

Disponemos de peelings específicos con los que borramos de formas definitiva las antiestéticas manchas que aparecen en las manos, como consecuencia de la incidencia directa del sol. La aparición de estas manchas también tiene un alto componente hereditario. Estos peelings además contribuyen a aumentan la calidad de la piel, que se va deteriorando con los años.

Con estos tratamientos logramos hidratarlas, nutrirlas y darle consistencia ya que, con los años, la piel de nuestras manos va perdiendo firmeza.

Rellenos de distintos materiales, entre los que incluimos el Plasma Gel, para dar un soporte a la piel y conseguir mayor firmeza. Con los rellenos logramos que se noten menos las venas y revertimos el proceso de descolgamiento de la piel.

A través del tratamiento con láser conseguimos retensar la piel, por lo que nos deshacemos de la flacidez y le damos un aspecto mucho más joven.