Doctora Maroto Blog.
El confinamiento por el COVID-19 ha cambiado radicalmente nuestro estilo de vida. Y, como cualquier cambio en nuestro entorno, afecta a nuestra piel. No debemos olvidar que es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y, además, la primera barrera ante cualquier agente externo.
Para empezar con alguna noticia positiva, y aunque nos pueda sorprender, hay algunos aspectos del confinamiento que favorecerán la salud y buen aspecto de nuestra piel. De entrada, la polución que le agrede y obstruye sus poros, ha bajado drásticamente. Por otro lado, hemos disminuido la exposición a los rayos nocivos del sol, UVA y UVB, que no solo contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel (arrugas y manchas), sino a la aparición de enfermedades como el melanoma, el cáncer de piel más grave.
Sin embargo, otros aspectos perjudican a nuestra piel, como el exceso de exposición a la luz azul de las pantallas, la falta de vitamina D, así como el estrés, ansiedad o alteraciones del sueño contribuyen a un envejecimiento prematuro de la piel.
¿Cómo cuidar nuestra piel durante el confinamiento?
Para empezar, no debemos olvidar que no salir a la calle, no significa abandonar el cuidado de nuestra piel. Es importante seguir con nuestra rutina de cuidados faciales, adaptados a la nueva realidad.
Limpieza
El hecho de no maquillarnos o no exponer nuestra piel a la polución, no significa que no necesite de una limpieza por las mañanas y al acostarnos. El polvo o el exceso de grasa obstruyen los poros de la piel dándole un aspecto apagado y promoviendo la aparición de granitos.
Evitaremos para su limpieza los productos más agresivos, como desmaquillantes si no nos estamos maquillando. Mejor el uso de agua micelar, jabones y geles suaves, cremas o espumas.
Tónico
Después de la limpieza, el tónico restableciendo el pH de la piel, la refresca, cierra los poros, hidrata y prepara la piel para que absorba mejor los tratamientos cosméticos que utilicemos posteriormente
Tratamientos
Tanto mañana como noche, debemos continuar con nuestros tratamientos faciales.
Por la mañana sueros, contorno de ojos y cremas de tratamiento según las necesidades de nuestra piel. Igualmente haremos por la noche. Además, ahora que disponemos de más tiempo, antes de acostarnos podremos aplicarnos automasajes a diario.
No debemos olvidarnos de exfoliantes y mascarillas, en su uso habitual.
Precauciones que debemos tomar
Ahora estamos más expuestos a la luz de TV, portátiles, tablets o móviles. Existen numerosos estudios que demuestran que la luz de estos dispositivos, dañan nuestros ojos. También daña a nuestra piel a la que el exceso de exposición, en especial a la luz azul que desprenden, la vuelve más seca. Esta misma luz contribuye a alterar nuestro ciclo normal de sueño.
Todo esto, como efecto inmediato, hace que nuestra piel esté más apagada. A medio plazo acelera su proceso de envejecimiento. Por tanto, en la medida de lo posible, procuraremos no abusar de los dispositivos electrónicos, buscando otras opciones de ocio y entretenimiento.
Igualmente, intentaremos mantener una higiene del sueño para lograr un sueño reparador, mantener actividad física y llevar una dieta sana y equilibrada en nutrientes. Ahora, más que nunca, intentaremos evitar el abuso de comidas procesadas, grasas saturadas o azúcares.
En mi post anterior, CONSEJOS PARA UN CONFINAMIENTO FÍSICA Y EMOCIONALMENTE SALUDABLE, podéis encontrar más consejos para lograr que el confinamiento no nos pase una factura demasiado elevada.
