Con la edad, el lóbulo de la oreja puede ir perdiendo volumen y a la vez tersura ya que es habitual que, también en esta zona de nuestra anatomía, puedan aparecer arruguitas. Ambos problemas estéticos, pérdida de turgencia y aparición de pequeñas arrugas en el lóbulo, pueden poner años a nuestro rostro en el que quizá, hemos invertido en tratamientos y esfuerzos para mantenerlo joven y fresco.
¿Por qué envejecen el lóbulo?
Los cambios en el lóbulo con la edad son consecuencia natural de algo que también nos pasa en el resto de nuestro cuerpo. A medida que vamos cumpliendo años van bajando los niveles de colágeno y elastina en nuestro organismo. Ambas sustancias son las responsables directas de mantener nuestra piel tersa y con volúmenes, allí donde son necesarios.
La bajada de los niveles de estas fibras se debe a que nuestro cuerpo pierde la capacidad de generarlas al mismo ritmo que lo hace durante la juventud. En consecuencia, se descompensa la balanza y empezamos a perder colágeno y elastina de forma más rápida a la que las genera nuestro organismo.
Por otro lado, también existen ciertos hábitos que contribuyen al envejecimiento del lóbulo. El uso durante años de pendientes, más aún si estos son pesados, y dormir de lado, lo que contribuyen a la aparición de arrugar posturales.
¿Cómo podemos rejuvenecer nuestros lóbulos?
La pérdida de volumen del lóbulo y como consecuencia su deformación, podemos solucionarlo de forma rápida y sencilla en consulta. A través de inyectar ácido hialurónico en la zona, lo rejuvenecemos instantáneamente devolviéndole turgencia y borrando las arruguitas existentes.
El ácido hialurónico, como ya os he comentado en otras ocasiones, es un componente completamente seguro para nuestro cuerpo porque se encuentra en él de forma natural. Por tanto, hablamos de un producto totalmente biocompatible y sin riesgos para nuestra salud.
Además de devolver al lóbulo la estructura perdida y alisar las pequeñas arrugas desde el mismo momento en que terminamos la sesión, el ácido hialurónico funciona como un estimulador de nuestro organismo para que genere de forma natural fibras de colágeno y elastina, por lo que también revitalizamos el área tratada.
La sesión dura apenas unos minutos y los resultados son muy satisfactorios. El tratamiento no es definitivo. Nuestro cuerpo reabsorbe el ácido hialurónico y será necesaria una nueva sesión pasados 7 u 8 meses aproximadamente, dependiendo del paciente.
¡No dejes que los lóbulos de tus orejas echen años a tu rostro, después de haber invertido en tratamientos y tiempo para mantenerlo con un aspecto joven y saludable! No dudes en contactarnos. Podemos ayudarte.
Doctora Maroto
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