A partir de los 35 años, aproximadamente, empiezan a disminuir los niveles de Ácido Hialurónico en nuestro cuerpo, haciéndose visible su déficit con el envejecimiento de la piel, la aparición de las primeras arrugas, la pérdida de la elasticidad y de los volúmenes propios de un rostro joven.

Debido a su fuerte impacto sobre la juventud y belleza de nuestro rostro, el Ácido Hialurónico es uno de los materiales más utilizados en Medicina Estética. Su éxito se debe a los excelentes resultados que ofrece para combatir las arrugar, la pérdida de volúmenes en el rostro y la flacidez. Además, con la tranquilidad de que estamos utilizando un producto 100% biocompatible con nuestro organismo.

Sin embargo, aunque el Ácido Hialurónico es un material tan preciado para el rejuvenecimiento facial, la Medicina Estética sigue avanzando y lanza productos cada vez más perfeccionados, que ofrecen resultados más precisos. De este modo ha llegado Profhilo, un Ácido Hialurónico de última generación que, a diferencia del Ácido Hialurónico utilizado tradicionalmente, no aporta volúmenes. Es un tratamiento muy innovador porque no siempre es necesario dar volumen al rostro que tratamos, cuando lo que buscamos es, exclusivamente, hidratar y tensar la piel, eliminando arrugas y flacidez. De este modo, evitamos el efecto de cara de “muñeca pepona” que borra nuestras señas de identidad y da un aspecto artificial al rostro, poco favorecedor.

Profhilo es un Ácido Hialurónico que podemos denominar “inteligente” porque genera una bioremodelación del rostro devolviéndole la juventud perdida, actuando de tensor inmediato y proporcionando una bioregeneración que estimula la producción de nuevas células. Se basa en una tecnología de complejos híbridos estables de Ácido Hialurónico. Uno hidrata y estimula la bioregeneración de la piel y el segundo potencia su remodelación, produciendo un efecto lifting fantástico.

Su aplicación no necesita anestesia y es prácticamente indolora. El tratamiento solo requiere 5 puntos de inyección y se practica en tan solo 15 minutos. Una vez realizada la aplicación, el paciente puede hacer su vida normal con total tranquilidad porque no deja marcas y apenas rojeces.

Aplicamos en tres sesiones espaciadas, cada una de ellas, en un mes. Dos días después de la primera sesión apreciamos una piel más hidratada, bonita y luminosa. Es un tratamiento muy gratificante por su inmediatez. Tras la segunda sesión notaremos el efecto tensor de la piel.

En consulta estamos al tanto de los tratamientos más punteros de última generación para ofrecerte los mejores resultados, adaptados a tus necesidades específicas (cada paciente es único) y, siempre, manteniendo tus señas de identidad. No dudes en contactarnos. ¡Podemos ayudarte!.