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Comenzamos una serie de posts dedicados a los distintos tipos de piel, sus cuidados y cuáles son los tratamientos idóneos para mantenerla sana, bella y conservarla joven por más tiempo. Hoy nos centraremos en el principio; en conocer qué tipo de piel tenemos, ya que será determinante para saber los cuidados que requerirá.
Cada piel es única por lo que podemos encontrar muchas clasificaciones. Sin embargo, podemos englobarlas en 5 grandes grupos que son de los que vamos a hablar. En los sucesivos posts trataremos cada uno de estos tipos de piel de forma individualizada.
TIPOS DE PIEL
Piel Normal
Elástica y suave, con poros pequeños y tono rosado; si esta es tu piel, posees una piel normal.
Se caracteriza principalmente por:
  • Poca o ninguna imperfección.
  • No sensible, ni reactiva.
  • Sin poros dilatados, ni puntos negros
  • Clara, suave, con buena circulación.
Si tienes la suerte de tener este tipo de piel de forma natural, debes cuidarla para mantenerla. Tener una piel tan perfecta no quiere decir que no necesite cuidados. Igualmente precisará hidratación y protección.
Piel Grasa
La piel grasa tiende a producir más sebo del que precisa. Este tipo de piel es producto de una predisposición genética, cambios hormonales, tipo de dieta e, incluso, por el estrés. Como consecuencia, afrontamos una piel propensa a granos y espinillas.
La piel grasa se caracteriza por:
  • Poros dilatados, puntos negros, con brillos.
  • Glándulas sebáceas hiperactivas que producen más sebo o grasa de lo necesaria.
Piel Mixta
Es el tipo de piel más común. Combina zonas grasa en frente, nariz y barbilla, con zonas secas o normal alrededor de los ojos y mejillas. A pesar de ser el tipo de piel más frecuente, suele ser la que más interrogantes plantea entre aquellas personas que la tienen, porque cómo tratar la zona grasa sin secar el resto de nuestro rostro o cómo cuidar la parte de piel seca o normal, sin aportar más grasa al resto de nuestra cara.
Afortunadamente, existen tratamientos muy específicos para este tipo de piel, que nos ayudan a cuidarla para no resecar las zonas menos grasas, ni aportar más grasa a la parte que no lo necesita.
Piel Seca
La piel seca tiene un aspecto áspero y descamado. Carece de hidratación y lípidos (grasa). Como consecuencia es menos elástica, más tirante. Es una piel muy sensible a los factores ambientales externos.
Principales características de la Piel Seca:
  • Produce poca grasa
  • Se agrieta fácilmente, pica e inflama
  • Pierde brillo y se escama
Piel Sensible
Nos encontramos con la piel más susceptible a factores externos como la calefacción o aire-acondicionado, ambientes secos o la luz solar. Cuando este tipo de piel pierde su equilibrio se muestra tirante, pica y se enrojece.
Podemos identificarla porque:
  • Se irrita e inflama fácilmente
  • Son las pieles con dermatitis, rosácea, alérgicas o reactivas a productos cosméticos o exposición al agua y al sol.
Recuerda, lo importante es saber identificar tu tipo de piel y, a partir de ahí, podremos aplicar los cuidado y tratamientos que te permitirán lucir una piel bonita y saludable.  No dudes en contactarnos. ¡Podemos ayudarte!.
Doctora Maroto
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