El origen de las Aguas Termales es el agua de las lluvias que, al caer, se filtra en las profundidades de la tierra. Una vez que se deposita, se calienta hasta alcanzar temperaturas que la hacen ascender entre las gritas, llegando a zonas más cercanas a la superficie. La obtenemos directamente de fuentes naturales. Durante su ascenso, se impregna de los diferentes minerales con los que entra en contacto. Esa mineralización y las temperaturas, le otorgan sus propiedades tan beneficiosas y terapéuticas para nuestra piel.
El nivel de mineralización de las Aguas Termales variará según de dónde se hayan extraído. Los minerales más comunes que podemos encontrar en su composición son:
- Calcio: Combinado con el manganeso, que también posee, tiene efectos cicatrizantes.
- Cobre: Propiedades antisépticas y antiinflamatorias.
- Hierro: Ayuda a la oxigenación celular.
- Manganeso: Antioxidante e hidratante. Además, estimula la renovación celular
- Selenio: Antioxidante
- Zinc: Antibacteriano, regenerante y antiinflamatorio
La diferencia entre un Agua Termal y un agua normal radica en que mientras la normal se evapora, lo que impide su penetración en nuestra piel, la termal tiene en sus estructuras unas moléculas llamadas micelas, que permiten encapsular y vehiculizar los principios activos, facilitando que penetran en la piel.
Usos del Agua Termal
Sus efectos limpiadores, drenantes, reparadores y cicatrizantes la hacen imprescindibles en los cuidados de la piel, sobre todo en aquellas que son hipersensibles, reactivas o alérgicas. Algunas de sus aplicaciones pueden ser:
- Ayuda a proteger nuestra piel de los radicales libres.
- Le aporta hidratación
- Tiene propiedades calmantes. Ayuda a aliviar el enrojecimientos, irritaciones, quemaduras solares, eritemas o comezón.
- Nos ayuda a fija el maquillaje.
- Refresca nuestro rostro y la piel del cuerpo.
- Podemos utilizarla como tónico, tanto por la mañana como por la noche, sobre la piel limpia y libre de maquillaje.
- Cuando viajamos en avión la piel tiende a secarse. Pulverizándola sobre el rostro conseguimos hidratarla. Además, su aplicación sobre nuestras manos y pies mejorar la hinchazón que se pueda producir durante el viaje.
- Su uso en la playa o piscina nos ayuda a mantener fresca e hidratada la piel. En este caso, no debemos olvidar que este gesto no nos exime del uso de protección solar
- Para relajar los ojos, si sentimos cansancio ocular, pulverizamos el Agua Termal sobre un par de discos de algodón, los que utilizamos para desmaquillarnos. Colocándolos durante 10 minutos sobre los párpados cerrados notaremos alivio.
Cómo Utilizar el Agua Termal
Ahora, en verano, guárdala en el frigorífico. Utiliza un vaporizador para su mejor aplicación. Además, agénciate de un vaporizador de pequeñas dimensiones para llevar en el bolso, lo que te permitirá utilizarlo en cualquier momento que necesite un extra de hidratación, a lo largo del día.
Doctora Maroto
Medicina Estética Regenerativa
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