Si hay una parte de nuestra anatomía facial que más se ha visto afectados por los vaivenes de las modas, son los labios. De bocas de piñón (pequeñas) con labios finos que eran el paradigma de una boca bonita hace tan solo un siglo, hemos pasado a bocas más grandes, con labios más anchos y carnosos.
El gusto predominante desde hace algunas décadas en la estética labial ha llevado, erróneamente en muchos casos, a ponerse labios de tamaños desproporcionados con la simetría facial, generando un aspecto totalmente artificial, que no solo no suman belleza a nuestro rostro, sino que, además, le restan naturalidad.
¿Qué determina el aspecto de nuestros labios?
La respuesta a esta pregunta es bien sencilla; la genética. Luego algunos hábitos pueden ir modificando el volumen de los labios al generar arrugas en el contorno de la boca, tanto en el labio superior, el conocido “código de barras”, como en el inferior. Estos hábitos que modifican nuestros labios pueden ser el tabaquismo, por el gesto que se realizar al dar una calada, o muecas habituales, como morderse los labios con frecuencia.
Por otro lado, el paso de los años también va afinando nuestros labios. Los niveles de colágeno y elastina que dan volumen y consistencia a nuestros labios empiezan a bajar en nuestro organismo desde los 25 años. A partir de los 30 o 35 años es cuando se muestran los efectos visibles de este deficit.
¿Qué tipo de labios existe?
La primera categoría es bien simple; gruesos y finos, pero, además, podemos encontrar desproporciones cuando el labio superior es notoriamente más fino al inferior y viceversa. Por otro lado, también existe los labios asimétricos. Esto se produce cuando en el arco de cupido (la parte central en forma de corazón del labio superior), uno de los lados es más fino que el otro.
La Clave de unos labios perfecto
Unos labios perfectos son aquellos que no solo son “perfectos en su forma”, simetría y proporcionalidad entre el labio superior y el inferior, sino que, además, guardan proporción con el resto de las facciones de nuestro rostro.
Unos labios proporcionados con nuestro rostro han de comenzar trazando una línea recta que marca el iris de nuestros ojos.
Su volumen, como se muestra en la segunda fotografía de esta imagen, no debe sobrepasar una línea imaginaria que marquemos en nuestro perfil desde la nariz a la barbilla.
En la primera fotografía de la imagen, vemos la parte de nuestro rostro donde se enmarcan nuestros labios. Desde el final de la nariz hasta la barbilla es el tercer tercio de nuestro cara. En este espacio, el labio superior se encuentra en el primer tercio, mientras el labio inferior en los dos tercios restantes.
Cómo mejor nuestros labios con Medicina Estética Integrativa
En consulta tenemos muy en cuenta la proporción que han de guardar tus labios con el resto de las facciones de tu cara, para conseguir siempre un resultado muy natural y armónico que embellezca tu rostro.
Gracias al Ácido Hialurónico podemos corregir asimetrías en el labio superior, comentadas anteriormente, así como desproporciones entre el labio superior y el inferior. También, devolvemos el volumen que vamos perdiendo con el paso de los años.
Cada paciente es único y por este motivo, disponemos de una amplia gama de tratamientos médico estéticos integrativos, para ofrecerte una solución personalizada que nos permita obtener los mejores resultados.
Doctora Maroto
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