La Nutricosmética son tratamientos basados en una suplementación alimenticia que contribuyen a la belleza y salud de nuestra piel, cabello y uñas. Por normal general, nuestro cuerpo obtiene todos los nutrientes necesarios a través de los alimentos. De ahí la importancia de mantener una alimentación sana y equilibrada.

Sin embargo, existen ciertos perfiles que, a pesar de llevar una alimentación saludable y equilibrada, su organismo puede tener déficit de los nutrientes imprescindible para tener una piel sana y bonita, como:

• Nuestro estilo de vida: Consumidores habituales de alcohol, el Tabaquismo e, incluso, deportistas que necesita un aporte extra de nutrientes.
• Influencia ambiental: La contaminación, exposición al sol, permanencias prolongadas en espacios con calefacción, altas temperaturas o aire acondicionado.
• Etapas de la vida: perimenopausia o menopausia
• Edad: En la tercera edad o cuando nos acercamos a ella, nuestro organismo pierde la facultad de asimilar los nutrientes de los alimentos.

Se extrae de las semillas de la planta Oenothera Biennis. Este aceite contribuye a regular los desequilibrios hormonales. Una alteración hormonal, en el aspecto dérmico, puede causar acné, psoriasis o eczema.

El envejecimiento cutáneo está también relacionado con la pérdida de su humedad, lo que influye en menor elasticidad (mayor flacidez) y la aparición de arrugas. El Ácido Hialurónico contribuye directamente en el mantenimiento de la hidratación de la piel.

Es un carotenoide de origen natural. Podemos encontrarlo en pescados, como la dorada y el salmón, así como en crustáceos, como camarones y cangrejos. Posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes por lo que influye en la reducción de la formación de arrugas.

Es una proteína que se encuentra de forma natural en nuestro organismo. De hecho, es la proteína más abundante en el cuerpo. Ayuda a dar soporte y estructura a diferentes tejidos conectivos, como huesos, cartílagos, tendones y, también, la piel. Conforme envejecemos los niveles de colágeno disminuyen de forma natural en nuestro cuerpo. Este hecho, a nivel estético de la piel, se traduce en la pérdida de los volúmenes naturales de la juventud en nuestro rostro (depresión cutánea) y, por añadido, la aparición de arrugas.

Es una especia de uso común con propiedades demostradas antiinflamatorias, antimicrobianas y antioxidantes. Promueve la salud y belleza de nuestra dermis.

Facilita la producción de colágeno. Contribuye a mantener nuestra piel firme y tersa. Favorece la división celular; es decir, que nuestra piel se regenere.

Es fundamental en la estructura de las células y evita la degeneración celular (su envejecimiento). Por sus beneficios para la piel es conocida como la vitamina de la belleza.

Una piel sana contiene altas concentraciones de vitamina C. Estimula la síntesis de colágeno y ayuda a la protección antioxidante (el envejecimiento producido por los radicales libres). Es conocida como el gran iluminador porque ayuda a mantener el tono cutáneo, evitando las pieles apagadas e, incluso, las ojeras.

Su carencia no solo influye en el aspecto de nuestra piel, sino que puede producir enfermedades como la psoriasis o el acné. También su deficiencia se muestra en una piel seca o con picazón.

Es la gran aliada de las pieles atópicas. Actúa como calmante aliviando su enrojecimiento.