Uno de los rasgos que define nuestro rostro es la sonrisa. Por este motivo, es importante contar con una bonita sonrisa. Pero tener una sonrisa bonita depende de distingo factores, como unos labios bien definidos, que las arrugas que mostremos en el momento de sonreír sean naturales y no nos echen años encima, tener unos dientes alineados de un blanco natural y que nuestra sonrisa no muestre nuestras encías.
¿Qué es la sonrisa gingival?
Precisamente el último rasgo que hemos defino, mostrar las encías al sonreír, es lo que se conoce como sonrisa gingival. Por tanto, podemos decir que es una desproporción visible entre encías y dientes al sonreír.
Como todo lo que afecta a nuestra estética, existe el “factor subjetivo”. Podemos tener la sensación de que muestra sonrisa muestra demasiado las encías y, sin embargo, los demás no tener la misma apreciación y viceversa. Pero por marcar unos parámetros médicos, decimos que una sonrisa gingival es aquella que enseña aproximadamente 2-4 mm. de encía.
¿Por qué y quién puede tener una sonrisa gingival?
De entrada, una sonrisa gingival pueden tenerla tanto mujeres, como hombres de cualquier edad. Sus causas pueden ser por distintos motivos, como un exceso de encías, unos dientes demasiado pequeños o desgastados que hayan descompensado la proporción entre dientes/encías, que el músculo que eleva el labio superior esté demasiado desarrollado o que el exceso de desarrollo sea del maxilar superior.
¿Tiene solución la sonrisa gingival?
La buena noticia es que sí. ¡Podemos eliminar la sonrisa gingival!. Una solución es recurrir a una operación de cirugía conocida como gingivectomía.
Otra alternativa es eliminar la sonrisa gingival a través de la Medicina Médica Integrativa, evitando las molestias de pasar por una cirugía.
El tratamiento en Medicina Médica Integrativa consiste en la aplicación de Toxina Botulínica, el conocido Botox, un componente muy normalizado y demandado en Medicina Estética. Además, complementamos el tratamiento con Ácido Hialurónico, un material que está de forma natural en nuestro cuerpo, por tanto, totalmente biocompatible.
La Toxina Botulínica, aplicada en un par de puntos, nos ayuda a relajar el músculo superior del labio, evitando que al sonreír eleve en exceso el labio superior, la parte donde enseñaríamos la encía, pero dejándole la suficiente flexibilidad para producir una sonrisa natural. Para mantener su durabilidad debe aplicarse dos veces al año.
El Ácido Hialurónico nos ayuda a voluminizar el labio superior, lo que también contribuirá a evitar una excesiva elevación de este al sonreír. Pero, como siempre, dejando una proporción natural y evitando un efecto artificial a nuestros labios. Su duración es de un año. Pasado este tiempo habría que repetir su aplicación.
Cada paciente es único y por este motivo, disponemos de una amplia gama de tratamientos médico estéticos integrativos, para ofrecerte una solución personalizada que nos permita lograr los mejores resultados.
Doctora Maroto
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